miércoles, 11 de julio de 2012

Hace una semana que mi vida dejó de ser lo que era, no sé si para bien o para mal.
Conocí a un chico, increíble, parecía hecho para mí, juntaba todo lo que a mí me gustaba.
Todo empezó muy rápido, nos "enamoramos" en dos días. Y hago bien en ponerlo entre comillas porque cada día dudo más que eso fuera amor. Le quiero, es cierto, le quiero hasta el punto de haber llorado por él, pero no quiero adelantarme.
Llegó un día que debió darse cuenta de que esto era una locura, él sufrió mucho con su ex y pensó que lo nuestro podía acabar igual. Sus palabras me dolieron hasta el punto de que me puse a llorar como una cría y a golpear a los cojines. Yo, que si algo tenía claro era que nunca iba a llorar por un tío, puesto que nunca lo había hecho.
Si algo también hay entre nosotros son 296 kilómetros. Solo 296. Lo que para él parecen mucho, para mí no son tantos, no después de haber querido a un tío a 500. Puede que me duela que utilice la distancia como excusa. Pero no es solo eso.
Me he enganchado demasiado a él en poco tiempo y eso no es bueno. Quiero desaparecer unos días. Ni siquiera estoy segura de si formo parte de un puto juego. Pero quiero que esto termine. He dejado de ser yo. Y eso no puedo permitirlo.

1 comentario:

  1. Quizas el se de cuenta de que te quiere como tu a el. Las relaciones a distancia funcionan siempre y cuando haya amor de verdad.
    Un beso cielo, te espero.
    http://amormasalladelaunicidad.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar