Vuelves, y te das cuenta de que te están observando. No sé que se preguntarán, tal vez alguno que pregunta: ¿Qué hará esa gilipollas ahí sola? ¿En qué estará pensando? Pero no me importa, ya nada me importa, hago lo que me dicta la razón, dado a que mi corazón está muerto y parece que nunca se va a recuperar.
Nadie se da cuenta de que lo que deseas es eso, una soledad extrema, una soledad en la que estés tú y tus pensamientos cara a cara.

Él es quien lo ha destrozado, él es quien se lo ha llevado, él es quien lo ha tirado sin miramiento alguno. Porque él no se ha dado cuenta todavía de que lo ha roto en mil pedazos.
Pero él ahora es feliz con otra y yo sufro, en silencio, cada noche mi dolor.
Siento que no voy a volver a ser feliz, siento que ya no tengo corazón en mi pecho. Solo sé que estoy sufriendo por algo que ha sido creado para darnos problemas a todos: El amor.
La más mortal de todas las cosas mortales: te mata cuando lo tienes... como cuando no lo tienes.
Me gusta mucho la entrada.
ResponderEliminarSobre todo el primer párrafo. Expresas bastante bn ese sentimiento entndible... pero que está... =)