Lo que no me mata, me hace más fuerte.

Estás ahí, mirándome, como siempre lo has hecho, pero tu mirada ya no me dice nada. Ya no hace que sienta cosquilleos recorriendo mi cuerpo. Ya no me deja ver lo que piensas, no me deja introducirme en tu mente. ¿Por qué...? Porqué permites que me aleje de ti, porqué permites que deje de sentirte como antes. Porqué no quieres que siga formando parte de tu vida, porqué me permites que yo me aleje de ti como si nada. 

No sé lo que sientes, no sé lo que siento, ni porqué lo siento, solo sé que es diferente, solo sé que no volverá a ser igual porque ninguno queremos que lo sea. Pero hay algo que entiendo mucho menos, porqué no queremos que sea como lo era antes...

Piénsalo, tú no quieres que forme parte de tu vida, y yo ya no quiero hacerlo, pero hace 4 días ambos queríamos estar el uno con el otro, ¿qué es eso que nos ha hecho cambiar de opinión? No lo sé... y tal vez nunca consiga saberlo, pero la verdad es que ya me da igual. Ya no siento nada.

Solo el hecho de que me hayas engañado ha hecho que ya no te vea como antes, de que ya no formes parte de mi vida como lo hacías antes, de que ya no te vea igual. Antes de que pasara todo esto eramos amigos, pero después despertaste algo en mí que hizo que te viera de otra forma. Pero ahora, ese sentimiento que te tenía lo has destrozado, y todo porqué, por unas supuestas dudas que tenías, y que al haberme echado de tu vida se han esfumado, como si de cenizas se trataran, pero te lo dije una vez y te lo repito: Yo soy como el Ave Fénix, resucitaré de mis cenizas cuando menos te lo esperes, y lo haré con mucha más fuerza que hasta entonces. 

Por ello te advierto, no vuelvas a enfrentarte a mí, porque saldrás perdiendo, ya que lo que no me mata, me hace más fuerte.